El uso del frío y del calor durante el proceso de rehabilitación es una práctica muy habitual por los beneficios de estos agentes físicos y por lo accesibles que son para que el paciente continue utilizándolos en casa.
La crioterapia es la utilización del frío como medio terapéutico, gracias a sus propiedades analgésicas y antiinflamatorias.
La termoterapia es la utilización del calor como medio terapéutico, gracias a sus propiedades analgésicas, calmantes y relajantes.
Hay distintas formas y pautas para su aplicación dependiendo del objetivo perseguido. Su fisioterapeuta es el profesional mejor cualificado para orientarle en su uso.